La responsabilidad social de las empresas (RSE) desempeña un papel cada vez más importante en la sociedad actual. Las empresas están obligadas a considerar y responsabilizarse del impacto de sus actividades empresariales en las partes interesadas, como los empleados y el medio ambiente. En la RSE se reconoce esta responsabilidad y las empresas se comprometen a actuar de forma responsable, teniendo en cuenta el bienestar de las personas, el medio ambiente y la sociedad en su conjunto a la hora de llevar a cabo sus actividades empresariales.
¿Qué es la RSE?
La definición de RSE es la búsqueda de rentabilidad por parte de las empresas de una forma que contribuya al bienestar de la sociedad y el medio ambiente.
¿Qué significa responsabilidad social de las empresas?
La responsabilidad social de las empresas (RSE) es algo más que una función empresarial, es una forma de hacer negocios. En la RSE hay un propósito que debe integrarse plenamente en una organización, o puede parecer falsa y únicamente en beneficio de la empresa.
La Comisión Europea reconoce la urgente necesidad de mejoras a gran escala que las medidas voluntarias por sí solas no pueden conseguir. En respuesta, adoptaron una propuesta de directiva sobre sostenibilidad empresarial en febrero de 2023. Esta directiva, que excluye a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas, pretende promover un comportamiento empresarial sostenible y responsable e integrar los derechos humanos y las consideraciones medioambientales en las operaciones y el gobierno corporativo de las empresas.
Las empresas pueden medir su impacto sostenible y social integrando el marco ASG (medioambiental, social y de gobernanza) en su estrategia empresarial. Hemos cubierto ampliamente la aplicación de ESG y sus beneficios para las empresas.
¿Cuáles son las actividades?
Las condiciones que deben cumplir las multinacionales según las nuevas directrices fijadas por la comisión europea son:
Integrar un comportamiento empresarial responsable en las políticas y los sistemas de gestión;
- Identificar y evaluar los impactos negativos reales y potenciales asociados a las actividades, productos o servicios de la empresa;
- Detener, prevenir y mitigar los impactos negativos;
- Hacer un seguimiento de la aplicación y los resultados;
- Comunicar cómo se abordan los impactos;
- Proporcionar o cooperar en la remediación, si es necesario.
Alianza entre empresas y organizaciones sin ánimo de lucro
Las empresas y las organizaciones sin ánimo de lucro suelen asociarse para aumentar su impacto social. Al hacerlo, una empresa puede aprovechar los conocimientos y la experiencia de una organización sin ánimo de lucro en las áreas social y de sostenibilidad. A la inversa, una organización sin ánimo de lucro puede beneficiarse de los recursos y el alcance de las empresas para cumplir su misión. Trabajando juntas, ambas partes pueden lograr mucho más en el campo de la RSE de lo que podrían por separado.
Activismo de marca
El activismo de marca es una táctica de marketing que pretende aumentar la notoriedad de la marca adoptando públicamente posturas sobre cuestiones sociales o políticas. Mientras que tanto el activismo de marca como la RSC se centran en responsabilizarse del impacto de una empresa en la sociedad, el activismo de marca se centra únicamente en aumentar la notoriedad de la marca a través de la toma de posiciones sobre cuestiones sociales o políticas. Como tal, el activismo de marca es más una técnica de marketing que una forma concreta de hacer contribuciones socialmente responsables.
Sin embargo, el activismo de marca y la RSC pueden ir de la mano. Combinando la RSE con el activismo de marca, las empresas pueden crear más conciencia de los problemas sociales al tiempo que adoptan medidas concretas para alcanzar los objetivos de la RSE. Como resultado, las empresas pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad al tiempo que refuerzan su reputación.
¿Cómo comunicar eficazmente la RSE?
Toda empresa debe comunicar su compromiso a través de un proyecto claro con un objetivo concreto. Para ello, es importante ser transparente en la comunicación.
Para comunicar realmente la RSE con eficacia como empresa, he aquí algunos pasos:
- Identifique los objetivos clave de RSE en su empresa y darlos a conocer a las partes interesadas. De este modo, todos serán conscientes de su compromiso con la sostenibilidad;
- Utilice diferentes canales de comunicación para comunicar su compromiso. Por ejemplo: informes anuales, redes sociales, eventos, presentaciones corporativas y la página web de la empresa;
- Utilice indicadores concretos y medibles para cuantificar y comunicar a las partes interesadas el impacto de las actividades de RSE emprendidas;
- Crear un diálogo abierto con las partes interesadas sobre las actividades de RSE;
- Evitar el “lavado verde” y garantizar que la comunicación sea coherente con el rendimiento y los esfuerzos reales de la empresa.
Fenómeno del lavado verde
A menudo se infravalora la RSE y, cuando esto ocurre, se habla de “lavado verde”. El greenwashing se produce cuando una empresa se promociona falsamente como sostenible y respetuosa con el medio ambiente, mientras que sus acciones no coinciden con lo que se comunica. Esto se hace con el objetivo de mejorar la imagen de la empresa y atraer clientes.
El lavado verde es un fenómeno en el que las empresas afirman falsamente que están comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad social, mientras que sus acciones no se corresponden con sus afirmaciones. Esto puede ocurrir cuando las empresas exageran sus esfuerzos en materia de RSE o se presentan como más ecológicas de lo que realmente son, con el objetivo de mejorar la imagen de la empresa y atraer a clientes e inversores.
El lavado verde puede manifestarse de varias maneras, como por ejemplo
- exagerando los efectos positivos de determinados productos o servicios sobre el medio ambiente y la sociedad;
- utilizando un lenguaje vago o engañoso en anuncios y campañas de marketing
- destacar pequeños esfuerzos de RSC que no tienen un impacto significativo.
El lavado verde es un problema que puede tener consecuencias negativas para las empresas. Engañar a los consumidores y a las partes interesadas y dar una imagen falsa de los esfuerzos de RSE puede generar cinismo y desconfianza. Además, el lavado verde puede hacer que los esfuerzos de otras empresas que se comprometen de verdad con la sostenibilidad y la responsabilidad social sean menos visibles en el mercado.
Valor compartido
La incorporación de la RSE a la estrategia empresarial puede garantizar un crecimiento rentable y sostenible, al tiempo que contribuye a los objetivos sociales y medioambientales, por ejemplo mediante:
- Desarrollando productos y servicios sostenibles que satisfagan las necesidades de los clientes y, al mismo tiempo, sean menos perjudiciales para el medio ambiente;
- Aplicando procesos de producción eficientes y sostenibles que reduzcan el impacto medioambiental de las actividades empresariales;
- Atraer a clientes e inversores que valoren la sostenibilidad y la responsabilidad social;
- Construir una reputación sólida y un valor de marca demostrando el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la responsabilidad social;
- Crear un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, por ejemplo apoyando a las comunidades locales y reduciendo el impacto medioambiental de las actividades empresariales.
Al incluir la RSE en la estrategia empresarial, las empresas no sólo pueden contribuir a los objetivos sociales y medioambientales, sino también descubrir nuevas oportunidades de negocio y crear valor para sí mismas y para la sociedad. Esto puede conducir a un crecimiento sostenible a largo plazo y reforzar la posición de la empresa en el mercado.
Conclusión
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es, por tanto, importante tanto para las empresas como para la sociedad. Al comprometerse con la RSE, las empresas pueden contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible, reducir costes y crear valor para su marca. Además, sus esfuerzos tienen un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad. Por tanto, se recomienda que las empresas incluyan la RSE en su estrategia empresarial para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo.