Perspectivas

La importancia de la sostenibilidad empresarial

La sostenibilidad empresarial es un término en boga, pero vale la pena detenernos en saber qué es lo que realmente significa y por qué se ha puesto en realce los últimos años. La sostenibilidad hace referencia a un desarrollo que cumple las necesidades del presente, pero no compromete ni pone en riesgo las necesidades futuras (y, por ende, de las próximas generaciones). Esto, en lo concreto, apuesta por un equilibrio entre el crecimiento económico, el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente. 

Esto, llevado a las empresas, apunta a poner en práctica lo anterior, es decir, a crear valor económico, social y medioambiental tanto a medio como a largo plazo. Esto implica que se generen estrategias para reducir e incluso eliminar los impactos ambientales y sociales negativos causados por su actividad, y así se ayude al bienestar de las comunidades donde operan y  a las generaciones futuras. 

Pero, ¿por qué se pone de relieve la importancia de la sostenibilidad empresarial en la actualidad? Sigue leyendo y averigua esto, como también cómo se logra y cuáles son sus ventajas de ponerla en práctica. 

 

 

¿Cuál es la importancia de la sostenibilidad en las empresas?

Por eso la importancia de la sostenibilidad empresarial cobra fuerza hoy más que antes, pues las empresas dejan de tener un rol pasivo y no miden las consecuencias de su propia actividad económica. 

Así, las empresas toman conciencia de su actuar y, muchas de ellas, dentro de sus objetivos tienen el de mitigar los impactos negativos para, incluso, transformarlos en positivos respecto al entorno en el que se desenvuelven.  Esto, además de crear valor económico (incluso se pueden encontrar oportunidades de negocio ligadas con el desarrollo sostenible), social y medioambiental, tiene una repercusión en diferentes dimensiones como ventajas o beneficios, que más adelante abordaremos.

 

 

¿Cómo se logra la sustentabilidad en una empresa?

Pero, ¿cómo es posible lograr la sostenibilidad empresarial ? Si bien no existe una fórmula estandarizada, y dependerá del tipo de empresa a la que hagamos referencia, se pueden sintetizar en algunas prácticas comunes que se pueden aplicar, como: 

  • Revisar e implementar los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), o también conocidos como objetivos globales, están fijados por la ONU (2015) y son 17 ( Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; Agua limpia y saneamiento; Energía asequible y no contaminante; Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innovación y infraestructura; Reducción de las desigualdades; Ciudades y comunidades sostenibles; Producción y consumo responsables; Acción por el clima; Vida submarina; Vida de ecosistemas terrestres; Paz, justicia e instituciones sólidas; Alianzas para lograr los objetivos). Estos se orientan a poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad. Todos los ODS están integrados y reconocen que la acción en un área afectará los resultados en otras áreas y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental. Tenerlos en cuenta a la hora de elaborar estrategias de sostenibilidad y ponerlas en práctica en una empresa se vuelve relevante, pues fija un marco de acción que no hay que perder de vista. 
  • Economía circular: Reducir, reciclar y reutilizar. Se trata de reducir lo que ingresa a la compañía, reciclar lo que sea posible y reutilizarlo para dar vida a algo nuevo. Esta adopción permite una elaboración, distribución y consumo responsable de los productos o servicios en la empresa. 
  • Utilizar recursos cercanos. Tras un análisis acabado, se pueden llegar a estrategias para hacer uso de las ventajas y de los recursos del territorio en el que se desarrolla la actividad de la empresa. Por ejemplo, realizar compras a proveedores del lugar, contratar servicios locales, utilizar responsablemente materias primas de la zona, etc. 
  • Ahorro de recursos. Es relevante ahorrar en recursos, a través de la reutilización de los mismos o de la reducción en las cantidades generadas de, por ejemplo, el consumo energético que es justamente uno de los recursos más utilizados. Esto se puede hacer con acciones concretas como el aprovechamiento de la luz solar como fuente de energía (abriendo espacios, más ventanales que permitan el paso de la luz), efectuar el cambio a fuentes de energía renovables (como la eólica o solar) o bien con pequeñas acciones como apagar los equipos y las luces cuando estén fuera de uso, ajustar la temperatura de la climatización y más.
  • Herramientas digitales. Las herramientas digitales si bien tienen un gasto energético asociado, es mayor el gasto en papelería que conlleva la comunicación y generación de información y contenido constante que tiene una empresa en comparación a generarlos de forma digital, por ejemplo. Asimismo, efectuar reuniones virtuales en vez de presenciales, y así se evita el traslado innecesario y la contaminación que ello provoca por el desplazamiento. 
  • Cambio en la cultura empresarial. Las empresas las hacen las personas, por lo mismo es necesario concientizar al respecto y generar un cambio en la cultura empresarial, una que tenga como discurso la sostenibilidad y que sea transmitida constantemente a los diferentes equipos de trabajo. 

 

 

¿Cuáles son las ventajas de una empresa sostenible?

Al hablar de beneficios de la sostenibilidad empresarial por lo general encontramos bastantes buenos dividendos al aplicar los conceptos de una empresa sostenible. Por ejemplo:

  • Reducción de costos. ¿Es lo mismo derrochar en recursos que no hacerlo, en términos monetarios? Asuntos como reducir, reciclar, reutilizar y generar ahorro energético, por ejemplo,  minimiza de forma sustancial los costos en comparación a una organización que no lo aplique. 
  • Mejora la imagen de la empresa. El ser una empresa sostenible afecta de forma directa y positiva en la imagen que se tiene de ella: es una organización preocupada por la generación de valor a la sociedad y el planeta. Esto se traduce en transmitir confianza y seguridad, asuntos bien valorados por la población. 
  • Estar alineados con los empleados. A los empleados no les da lo mismo las prácticas de una empresa, y la sostenibilidad juega un rol fundamental. Así lo reveló un estudio elaborado por HP (2019), dejando de manifiesto que para los empleados es igual de malo ignorar la sostenibilidad en el trabajo como no atender a la diversidad o la inclusión. Esto, además, son factores cruciales para retener y atraer el talento en una empresa. 
  • Apertura a clientes potenciales más concientizados. Se abre una posibilidad de atraer a clientes o consumidores  que antes no existía, gracias a que se conecta con aquellos que están concientizados respecto a lo que una empresa debería de hacer para no generar impactos negativos (o que sean los mínimos posibles). 
  • Es atractivo para nuevos inversionistas. Estas prácticas sostenibles son bien valoradas por inversionistas que estén alineados con ellas y son elementos decisivos para saber si invierten o no en una empresa determinada. 

La importancia de la sostenibilidad empresarial pareciera ya no ser solo la tendencia de algunos, sino un proceder que cada vez más empresas adoptan: organizaciones conscientes con el entorno en el que se desarrollan económicamente, y que deben velar por respetarlo pensando en el presente y, sobre todo, en el futuro si realmente se busca un equilibrio entre el crecimiento económico, el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente. Si quieres saber más, puedes contar con asesoría de alguno de nuestros consultores.