En abril de 2023 se dio a conocer una iniciativa relevante respecto al derecho laboral en México, el que marcaría un antes y un después en este ámbito: en el marco de las reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) se propuso una reducción de la jornada laboral, que pasaría de 48 a 40 horas semanales. Una medida que causó controversia y que ha encontrado obstáculos en su camino para poder aprobarse, hasta el día de hoy.
En este artículo indagaremos más sobre la situación laboral actual en México, los obstáculos que ha encontrado la nueva ley en el camino, cuál sería el impacto de una reducción en la jornada y sus potenciales ventajas.
La situación laboral actual en México
Si revisamos la actual Ley Federal del Trabajo de México, la jornada laboral dice que los mexicanos deben trabajar 48 horas repartidas en 6 días a la semana, con 1 día de descanso. Pero el proyecto de ley presentado en 2023 pretende modificar esta jornada a 40 horas por semana y dar, así, dos días de descanso obligatorios por cada 5 días de trabajo semanales. Esto, por cierto, sin modificar el salario de los trabajadores.
Pero, ¿en qué va este proyecto de ley de reducción de la jornada laboral? Desde que se propuso en abril de 2023 sigue sin aprobarse: la actual 65 legislatura no ha podido llegar a un consenso y, además, en un contexto en el que el presidente López Obrador propuso (en diciembre de 2023) que se paralizara la discusión con la consecuente apoyo de esto de los partidos obreristas. Asimismo, los empresarios del país se han resistido a este cambio generando presión para que sea aplazada e, incluso, que no sea una realidad.
Los primeros objetivos: vacaciones
Hasta 2022, México contaba con un número que no hacía precisamente llenarse de orgullo: estar entre los diez países que menos vacaciones pagadas otorga a sus trabajadores. Esto fue así desde la promulgación de la Ley Federal del Trabajo en 1970, con solo 6 días de vacaciones luego de cumplir un año de antigüedad en la empresa. Pero ya cambió.
En 2022 se aprobó la reforma a la LFT (en específico los artículos 76 y 78), que comenzó a regir desde el 01 de enero de 2023, y que incorporó cambios importantes respecto a las vacaciones: desde ese momento los empleados tendrían desde 12 días de descanso al cumplir un año y un día de trabajo (aumentando con los años siguientes), respecto a los 6 que tenían antes. Además de esto, por cada año de servicio, se incrementan los días de descanso en dos por año completado hasta alcanzar los 20 días de vacaciones; y, a partir del quinto año, se incrementará en dos días hábiles cada cinco años de servicio.
Veámoslo en un ejemplo: si un trabajador cuenta con 4 años de antigüedad en una empresa, según este cambio sus vacaciones deberán ser de 18 días en lugar de los 12 días que obtenía antiguamente.
Este escenario de cambios es un buen terreno para propiciar que el proyecto de ley sea aprobado, gracias a los resultados alcanzados y que ahora son una realidad.
¿Cuáles son las ventajas de una semana laboral de 40 horas?
Más allá de los obstáculos que ha presentado esta propuesta, lo cierto es que la disminución de la jornada laboral guarda una serie de ventajas a los empleados y su calidad de vida, y algunas son:
- Salud y seguridad. Cuando las personas tienen largas jornadas laborales el cansancio se acumula lo que a su vez impacta en la seguridad y salud de los empleados. Por ejemplo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), trabajar 55 horas o más a la semana aumenta en un 35% el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular y en un 17% el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana. Esto, entre otros puntos, es lo que atacaría la reducción de la jornada.
- Igualdad de género. La reducción de la jornada permitiría que más mujeres se integren al mercado laboral, como también permitiría darles la oportunidad de dedicar tiempo al cuidado de sus familias y hogares. Esto ayudaría a impulsar una mayor participación laboral de las mujeres para reducir la brecha de participación económica.
- Estrés y síndrome de Burnout (o síndrome de desgaste profesional). El alto gasto energético que conlleva el trabajo y las largas jornadas, hace que los empleados tengan más posibilidades de experimentar estrés y síndrome de Burnout (o síndrome de desgaste profesional); esto, a su vez, no permite una productividad de calidad. Lo anterior es lo que la reducción en la jornada desea atacar.
- Aumento del empleo. Se produciría un incremento del empleo porque, al reducirse la jornada, se necesitaría un mayor número de trabajadores para cubrir las horas en que se reduce la jornada.
- Economía sostenible. Dentro de los puntos en los que se ve otro beneficio, es el que apunta a la economía sostenible, pues está orientado a un desarrollo económico a largo plazo, protegiendo elementos clave como los sociales y culturales.
- Productividad incrementada. Podría generarse un aumento en la productividad de los trabajadores, por el beneficio que esto significa. Aunque, se debe saber, que esto no necesariamente se traduce en una mayor producción.
Conclusión
Según Obdulia Rodríguez Sánchez, presidenta de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana, A.C. (Arhitac), “los trabajadores de las empresas que han implementado anticipadamente la reducción de la jornada laboral, de 48 a 40 horas semanales, tienen una mejora en su calidad de vida”, confirmando lo dicho hasta acá sobre la reducción de la jornada laboral .
Pues finalmente lo que busca una reducción de la jornada laboral es que la calidad de vida de quienes dan vida al trabajo se vea favorecida. Si esta reducción se logra poner en marcha de forma adecuada, no solo los empleados se verían favorecidos sino que también las empresas, con apertura al cambio y voluntad. Y todos podrían ganar.
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