Claudia Paoletti, socia directora de Kilpatrick, ha sido parte integrante de la empresa desde sus inicios junto con los fundadores Jaap Hoekstra y Cristina Spagna.
En esta entrevista, Claudia ofrece algunas ideas sobre el enfoque de Kilpatrick a la hora de encontrar ejecutivos y mandos intermedios para sus clientes. También ofrece algunas ideas sobre el entorno de trabajo multicultural de la empresa y el compromiso de los consultores de Kilpatrick con temas como la orientación de los jóvenes en el lugar de trabajo, la sostenibilidad y la diversidad y la inclusión.
¿Cómo entró en contacto con Jaap y Cristina y acabó en Kilpatrick como socio director?
Mi camino se cruzó con el de Cristina y Jaap en 2003, cuando acababan de adquirir Kilpatrick. Fue amor a primera vista. Con energía, tras años de trabajo en una empresa y una temporada en otra boutique de headhunting, me lancé a su aventura abrazando un proyecto que pretendía apoyar a las empresas italianas que se preparaban para internacionalizar sus negocios y necesitaban encontrar directivos y talentos en el extranjero. Estoy orgulloso de haberlo conseguido; esto es precisamente lo que hemos estado haciendo estos años, y el equipo multicultural y global es lo que aún hoy distingue a Kilpatrick en el mercado.
¿Cómo le beneficia su experiencia laboral anterior en el trabajo que hace ahora?
Sin duda, haber trabajado en recursos humanos en mis anteriores empleos me ayuda a ponerme en la piel de nuestros clientes y a comprender mejor sus necesidades y presiones internas. Con Cristina y Jaap creamos una empresa (y quiero hacer hincapié en la palabra “empresa” y no “estudio profesional”…) basada precisamente en lo que nosotros, como clientes en nuestros anteriores puestos, queríamos encontrar en una empresa de búsqueda de directivos: internacionalidad, transparencia, rapidez y flexibilidad.
¿Podría describir Kilpatrick en tres palabras?
Tal vez sea parcial, pero creo y espero que incluso hoy, después de muchos años y de ser mucho más grande e internacional, los consultores de Kilpatrick operan en un entorno basado en tres características:
- orientación al cliente
- digitalización
- transparencia
Kilpatrick comunica que opera como “un equipo”, ¿podría explicar mejor qué significa esto para los clientes, los candidatos y a nivel interno?
Por supuesto, la intención de la dirección de Kilpatrick es crear un entorno corporativo en el que todos formen parte del mismo equipo y vistan la misma camiseta. El mundo de la búsqueda de directivos y de headhunting en general, a menudo sigue un modelo en el que el cliente es propiedad del socio o consultor de turno, y compartir suele verse como una pérdida de poder. Hemos querido crear una realidad en la que el cliente es atendido por un equipo de profesionales capaces que siguen el mismo tipo de proceso y enfoque en todos nuestros hubs del mundo. Nos gusta mantener la localización y seguir las peculiaridades de cada país, pero ofrecer una respuesta común y coherente a nuestros clientes, independientemente de a cuál de nuestros consultores internacionales recurren. La generosidad es el hilo conductor si quieres trabajar en el equipo de Kilpatrick.
¿Cómo se asegura de que Kilpatrick proporciona tanto a los clientes como a los candidatos una experiencia positiva a lo largo del proceso de selección?
En un proceso de selección intervienen múltiples actores: el cliente, el candidato y el consultor. La situación actual del mercado es ciertamente única y compleja, y no siempre todo sale bien. No podemos crear el candidato perfecto y hacer que acepte la oferta de nuestro cliente, pero sí podemos intentar ofrecer la mejor experiencia posible a los candidatos. La reputación de la empresa es importante, y la selección externa debe abordarse con profesionalidad y transparencia. Esto es lo que prometemos al cliente, además de llevarlo de la mano y proporcionarle actualizaciones semanales, darle una visión realista del mercado y apoyar en lo que respecta a la estrategia de búsqueda hasta que se defina la oferta para el candidato.
¿Cómo enfocan la diversidad y la inclusión en el proceso de contratación, además de contribuir a la sostenibilidad?
Kilpatrick, al estar muy expuesta en el extranjero, está siempre muy atenta a las tendencias y a la evolución del mercado y es capaz de captar las necesidades del mercado y de los candidatos en una fase temprana. La cuestión de la diversidad y la inclusión siempre ha formado parte de nuestro enfoque y nuestra política de selección. Ofrecemos igualdad de oportunidades en los procesos de selección, y nuestras listas de candidatos preseleccionados suelen ser muy diversas en cuanto a género, cultura y religión, ya que se componen de candidaturas procedentes de distintos países y contextos diversos. Creemos que la innovación nace de la contaminación, y siempre somos los primeros en proponer a nuestros clientes que “miren fuera de la caja” y consideren situaciones diferentes a las vividas hasta ahora.
Debido a esta predisposición de la empresa, el año pasado decidimos lanzar un evento anual sobre el tema de la sostenibilidad, que tiene un gran impacto en el mundo de los recursos humanos en el que operamos.
Tiene una amplia red en la que participa activamente y también habla en diversos actos. ¿Podría explicarnos más sobre las actividades en las que participa además de las cotidianas?
Digamos que descubrí inesperadamente que soy un animal de escenario y que a menudo me llaman para dar testimonio de las competencias que requieren las empresas en este momento del mercado. Pero no sólo yo, también mis colegas. Como empresa, hemos animado a los consultores de Kilpatrick a dedicar parte de su tiempo a la orientación profesional de los jóvenes y a sensibilizar a las empresas y a los directivos sobre el tema de la comunicación entre generaciones.
En definitiva, puedo decir que sigo enamorada del proyecto Kilpatrick, como el primer día que me sumergí en esta aventura. Lo bonito de Kilpatrick es que nadie te corta las alas; es una realidad que ofrece un amplio espacio para la experimentación, incluso en tecnología, y el entorno internacional en el que vivimos es una fuente de estímulos.